¡Nada de agua caliente! La forma más fácil y rápida de limpiar el parabrisas congelado
Nieve: menos visibilidad, menos adherencia
Riesgos
- La nieve oculta las señales y marcas viales, también reduce la visibilidad del conductor y puede producir sensación de mareo.- Con los primeros copos la calzada se vuelve muy deslizante; y, a medida que crece el espesor, las dificultades aumentan y no podrá circular si no lleva cadenas.
Cómo actuar
- Reduzca la velocidad, encienda el alumbrado de cruce y aumente la distancia de seguridad. - Circule por las rodadas de otros vehículos y evite manejar con brusquedad el volante, el acelerador y el freno. Para iniciar la marcha no acelere, suelte suavemente el pie del acelerador.
Hielo: el peligro invisible
El hielo es menos llamativo que la nieve, pero resulta más peligroso ya que, habitualmente, no se detecta hasta que no se pisa una placa.
Riesgos
- La adherencia de un vehículo sobre el hielo es crítica, mucho menor que sobre nieve.- El hielo suele ocultarse en umbrías, resguardos orientados al norte y puentes sobre ríos.
- Al derretirse la nieve, el agua que se desliza por el asfalto en las zonas peraltadas puede helarse al caer la noche.
Cómo actuar
- Reduzca la velocidad y extreme la suavidad de movimientos al actuar con el volante, el freno y el acelerador.- Si su coche mide la temperatura externa, manténgase alerta y desconfíe cuando se sitúe a partir de 3 grados sobre cero, que es cuando comienza a helar.
- Si pisa una placa de hielo, levante suavemente el pie del acelerador y trate de controlar la trayectoria con movimientos suaves del volante; y si debe frenar, hágalo también con suavidad (salvo que lleve ABS, con el que puede frenar a tope) para no bloquear las ruedas.